El incidente realmente sucedió, si, en Nueva York, pero no en el 23 de la 110 como todos cantamos cuando suena la versión de la Sonora Ponceña.
El maravilloso compositor y director de orquesta Arsenio Rodríguez, uno de los forjadores de la salsa, vivía en Nueva York cuando compuso Fuego en el 23, un tema que ya no hablaba de las palmeras, del campo o de las playas infinitas de su caribe natal, era una letra urbana de edificios cancerosos, poco a poco se iban entretejiendo los hilos de una nueva sonoridad que invadiría toda América. Ciego y maravilloso, Arsenio tenía una virtud casi sobrenatural para describir con música lo cotidiano, desde el Cachito pa' huele hasta las calamidades cotidianas de la ciudad.
Corría el año 1956 y en uno de los apartamentos del edificio donde vivía Arsenio Rodríguez se presentó un conato de incendio y toda la pipol empezó a gritar y a buscarlo, pero Arsenio mas habilidoso, ya había alcanzado la acera para ponerse a salvo, y quizás ya tenía en su cabeza al menos el coro pegajoso para una canción que relatara esta situación: "hay fuego en el 23, en el 23"
Y si, para principios de enero de 1957 Arsenio Rodríguez está en La Habana para el lanzamiento del elepé ARSENIO donde vienen temas tan valiosos como "mami me gustó", "Buena Vista en guaguancó" y el que se convertiría en un clásico de la salsa "Hay fuego en el 23".
Enrique Arsenio Lucca, Papo Lucca, arreglista mágico para la salsa, junto a su padre Quique, para 1969 estaban ya en tránsito de lanzar el segundo trabajo discográfico de la Sonora Ponceña; habían logrado un gran éxito en su primera grabación con "Hacheros pa' un palo" de Arsenio Rodríguez, tema que también le daba título al elepé. Esta vez vuelven a apostarle a Arsenio Rodríguez, sabían que la música del ciego maravilloso conectaba fácil con el público, y con el virtuosismo de Papo Lucca ya había un camino seguro para actualizar los arreglos a una nueva sonoridad que ya tenía un nombre concreto : LA SALSA. El segundo álbum de la Sonora Ponceña se titula Fuego en el 23 y con ese tema abren el álbum, convirtiéndose en uno de los mayores éxitos de la banda.
Al componer "hay fuego en el 23", Arsenio tuvo la intención de darle la mayor fidelidad al incidente que relataba, la Sonora Ponceña por el contrario se apegó mas a la melodía de la canción de tal manera que resultó mas sonora la primera frase modificándola así:
"En el 23
de la 110"
La letra original, compuesta por Arsenio, y como quedó registrada en la grabación original de "hay Fuego en el 23" fue:
"En el twenty three west
de la sixty fifth"
Fue en el 23W con 65th donde se formó la rebambaramba, donde nadie puede estar tranquilo.
2024-06