Días atrás recorriendo la Avenida Pasoancho de sur a norte, la palabra Cuba se atravesó por mi vista, fugaz pero inconfundible. Inquieto y con una idea vaga de donde la había visto, al día siguiente hice el mismo recorrido, y a la altura de la calle 50 donde la Avenida Pasoancho deja de ser Avenida para convertirse en Barrio, encontré la palabra Cuba en un aviso luminoso al costado derecho de la Calle.El aviso era de una fuente de Soda, si, de una fuente de soda como en los ochentas que pululaban en cada esquina, “Licores y Fuente de Soda”, venta de cervecita y guaro, mesas al aire libre, para respirar el aire de esta Cali dorada y adorada, y salsa solo salsa, clásica, nueva y algo de timba, eso fue lo que escuché.
Pero el hipocampo, ese baúl de recuerdos, que a veces nos deja ver solo lo que queremos ver, no me había permitido percatarme del verdadero nombre de la “fuente de soda” que descubrí solo después de la primera cerveza: TACUBA.
Y como cada nombre lleva tras de si su oleada de imágenes, sonidos y sensaciones, recordé de inmediato esa súper banda mexicana del rock alternativo: CAFÉ TACUBA, algo así como La Flamboyán Salsera, la de Frankie Dante, el del Hipocampo.
CAFÉ TACVBA, que tuve la fortuna de verlos en vivo con Andrea, la niña de cabello largo mas linda de mi cuadra, que tuvo que cambiar la “U” por la “V” para evitar líos con un restaurante, tiene diversas influencias que se ven reflejadas en lo exquisito de su música y sus arreglos.
Siempre me ha sorprendido como han asimilado a su forma clásicos de la música latina, de los cuales dejo un par de ejemplos.
Para empezar el Clásico “Pero tu nunca comprederas” de Ignacio Jacinto Villa Fernández, "Bola de Nieve"
Cuando debiera tal vez llorar
Me dices loco por que he llorado
Cuando era todo felicidad
No me comprendes me dices loco
Solo te inspiro curiosidad
Y si supieras
que hay una inmensa sed de ternura
Dentro de mi
Si comprendieras
Que hay un secreto que a nadie he dicho
Por que yo a nadie le hablo de ti
Si tu supieras si tu entendieras
Pero tu nunca comprenderás
Y mi secreto ni tu ni nadie
Ha de saberlo nunca jamás.
Aquí la versión underground y profunda de Café Tacvba.
Los Tacvba demuestran su respeto por la cultura latina y usan la misma melodía de “No me comprendes” para declamar a su manera el poema “Canción del Bongo” escrito por Nicolás Guillen en ese trabajo literario llamado Sóngoro Consongo de 1,931.
Aquí el que más fino sea,
responde, si llamo yo.
Unos dicen: Ahora mismo,
otros dicen: Allá voy.
Pero mi repique bronco,
pero mi profunda voz,
convoca al negro y al blanco,
que bailan el mismo son,
cueripardos y almiprietos
más de sangre que de sol,
pues quien por fuera no es de noche,
por dentro ya oscureció.
Aquí el que más fino sea,
responde, si llamo yo.
Y por último, la visión musical de los Tacvba de un clásico de la música latina como es Perfidia, canción compuesta por el Mexicano Alberto Domínguez en 1939, que empieza con un bajo acústico y profundo, retumbante, que luego le da paso al beat que acompaña el tema hasta el final.