MUNDO LATINO SALSOTECA

“Entrada principal de Floralia a mano derecha, queda sobre la calle principal, no hay perdida…!!!” esa fue la única indicación que me dio Gonikus para llegar a Mundo Latino; y así fue, al frente de una gran iglesia encontramos este otro sitio de culto, mas pagano, pero no menos espiritual, por que como la música, hay pocas cosas en la vida que nos liberan el alma de una manera tan profunda.
El sonido de la clave atravesaba la acera bordeando peligrosamente los predios del Hacedor de todas las Cosas, la carpa azul de Mundo Latino prometía quedarse pequeña por todos los amigos de la rumba de barrio que se acercaban buscando mesa, que para ser sinceros a mi llegada ya no había, por lo que se estaban improvisando asientos en las afueras del local.
Mundo Latino, a pesar de sus cortos dos meses “al aire”, se arriesgó a hacer un encuentro de Melómanos, y el barrio cumplió, les copió y asistió para hacer de este primer encuentro un punto de partida para generar un nuevo espacio para la rumba de los buenos melómanos.
Alexis y Anderson, sus soñadores propietarios, clientes de Olafo y La Terrífica, son más que todo amantes de la salsa, sin más pretensión que la de crear un espacio dentro del barrio para compartir lo que les gusta, confiesan que gran parte de la música la han conseguido copiada con amigos y otra gran parte la ha surtido esa gran red de redes, y que ha sido un sacrificio importante lograr montar este sueño musical, cosas que hablan de su sencillez y del amor que le han puesto a su salsoteca.
Adentro el ritmo era frenético, la música en su mas alto nivel, la gente gozando, y la cerveza empezaba a escasear ya que no solo el oído estaba sediento. Gonikus y José Luis, nuestro amigo de La Ideal, por fortuna estaban cerca a la barra y lograron abrirme un espacio para sentirme otro hermano de la rumba.
Como siempre hacemos los que tenemos la música como brújula, Gonikus y José Luis y este melómano Jr. estuvimos, entre guaro y guaro, hablando, mas bien gritando ya que el montuno inundaba el espacio como una ola fresca, de los matices de la melodía, de la importancia del movimiento y la necesidad de preservarlo.
Entren aunque no quepan cien. Mundo Latino se llenó y el resumen al final fue alentador para el movimiento salsero, una buena programación musical y un barrio que responde a las propuestas con buena salsa. Espero que Mundo Latino mantenga su nivel, que no sucumba a la fácil propuesta de la salsa monga y el crossover, ya que el barrio hasta ahora les ha cumplido.