ALEJANDRO ULLOA COMENTA SOBRE EL DISCO DE LA FERIA

Sin duda, Sonando el tambor tiene los méritos suficientes para haber sido el disco de la feria, aunque ese "honor" ha estado siempre rodeado de muchas dudas por la manera como se elige. Pero al margen de ese convencionalismo de la farándula local, me uno a quienes reconocen el valor musical de esta composición, que trascendió gracias a sus virtudes y no por la manipulación mediática, ni acudiendo a otras artimañas, tan comunes, y perversas, en nuestro medio.
Sonando el tambor conjuga el golpe de la buena salsa, una letra pensada con criterios estéticos en homenaje al eterno misterio del tambor, y el baile que no nos puede faltar. Esas tres cualidades han hecho posible su público reconocimiento, y por eso para nosotros es más que el disco de la feria. Una obra que fortalece nuestra salseridad. Pero este galardón hay que divulgarlo, que suene a los cuatro vientos como el tambor que nunca he dejado de sonar, para que se ratifique en lo más alto, como limpiamente lo ha ganado.
Su éxito y reconocimiento debe extenderse a a las demás composiciones que integran la primera producción de ClandEskina, como debe extenderse el apoyo a David Gallego y a todos los muchachos de la orquesta. Las demás canciones, aunque no han sido muy sonadas, poseen la calidad del son montuno, el secreto de la clave y el sentimiento del barrio. Por eso y por ser no sólo la creación de jóvenes caleños, que indican un relevo generacional, sino por sus cualidades artísticas, Sonando el Tambor es mucho más que el disco de la feria.
DIC 27/2012