Héctor me llega en mis primeras épocas decembrinas, con un asalto navideño, "esta navidad vamos a gozar.... invitaré los cantantes para que canten a coro.... también invitar a mi amigo, a mi amigo Yomo Toro", para envolvernos luego en sus montunos callejeros, sus boleros de despecho salsero y sus tragedías en ritmo bailable, "soñando despierto", "ausencia", "Todo tiene su final", "que bien te vez", etc, etc.
La segunda epoca de Héctor, mas maduro, mas mensaje, con las tragedias sumándose a su destino, pero trasmitiéndonos solo sabor y rumba. Por esta época nada mas representativo de la vida del sonero que el disco "El cantante" donde se juntan nuevamente Héctor, Rubén, y Willie, cantando, componiendo y arreglando; Rubén no la compuso para Héctor, pero era para El, el disco contaba su vida, su tragedia, su fama, la cantó con el alma con pregones de homenaje, y de irreverencia, y como en todas las tragedias al fondo los violines acompañando su historia cantada.
En plena adolescencia me golpea Héctor con nuevas producciones, en 1985 con "La fama", "déjala que siga", "Cáncer" con el piano de Richie Ray, y en 1987, su último trabajo en Solitario, "Ella mintió", "Escarcha", "plato de segunda mesa", y el super boleraso "Taxi", para escucharlo sin armas y sin abatimientos amorosos por que nos lleva al suicidio, igual que el tema "Me pasé la noche fumando", un montuno grueso, con el despecho en cada nota.
Del brasil, Héctor pregona un disco dedicado a la vida, a la fraternidad, que quiero compartir aquí de la voz de su compositor, Gonzaguinha, tema originalmente llamado "O que O que":
Viver e no ter a vergonha de ser feliz
Cantar e cantar e cantar
A beleza de ser um eterno aprendiz
Eu sei que a vida devia ser bem melhor e ser
Mas isto no impede que eu repita
bonita, bonita e bonita
Esto no es un Homenaje, es simplemente decir HÉCTOR nunca serás períodico de ayer, todo tiene su final menos tu música; tu recuerdo seguirá por siempre en mi alma salsera, como un presentimiento barrunto en mi corazón.