Llega nuevamente el CLANDESKINA de David Gallego con una sorpresa musical para el barrio caleño, Oyeme Bien, con el sonido clandeskino y con la novedad de un solo de tiple a cargo de Camilo Ocampo el bajista de la banda. El solo de tiple que evidencia la exploración musical en la que anda David llegando hasta Arsenio, y que con la intencionalidad de algo más tradicional y típico, logra todo lo contrario, quizás por la hermandad de las cuerdas, nos recuerda a la vez el cuatro de Puerto Rico y el tres cubano, el sonido de nueva york de los 70s que experimentaba con los instrumentos de la isla del encanto, el tres que nos llegó pleno con el son para un sonero de Son 14. Y adicionalmente coincidente, un homenaje anticipado sin premeditación, un par de meses después de grabado el disco fallece el rey del cuatro Yomo Toro. La música uniendo los hilos, mas bien las cuerdas de las causas y los azares.
La melodía ya estaba hecha pero la letra no llenaba, y José Roberto Sánchez, quien es el vocalista de este tema, le dio un viro, dejando de lado la tristeza, la tempestad y el temor de la humanidad, inspirado con la vista de Cali desde su sitio de trabajo en la Torre de Cali, compuso una letra llena de amor a la tierra, a nuestra ciudad, a nuestras Tres Cruces desde donde baja el viento que se enreda en el vestido de las caleñas.
Un son montuno, con unos coros largos, “óyeme bien y mira como yo gozo cantando este son para el rumbero sabroso” así como sus estrofas de sincera inspiración. Unos trombones sabrosos que entran después del solo de tiple que no quiere parar y sigue acompañando a los vientos hasta que entra el coro nuevamente, coros ya mas cortos, así como los pregones, finalizando con una descarga sabrosa de vientos.
Un muy buen son montuno, que esperemos lo esté disfrutando Yomo Toro desde el hilo celestial que debe estar conectándolo con la melodía de este planeta azul.
