“Honor a quien honor merece….” pregona Jesús “El niño” Pérez en Homenaje a los Rumberos, y honor es el que merece este atómico trabajo del percusionista Edwin Bonilla, un verdadero homenaje no solo a los rumberos sino a la rumba misma, a la sala, al salsero, y al bailador. Una orquestación y arreglos impecables, que nos recuerdan el verdadero espíritu salsero, la fuerza salsera, la descarga salsera. 
Edwin Bonilla llega en este 2,010 con la fuerza de los tambores abacuá, “con un repique en el cielo, porque está Barreto en el cuero”, con un concepto musical que se sale de los estándares de la salsa monga o las fusiones de reguetón imperantes en la mayoría de las producciones de este año, llega con su propio sabor aunque ella este en otra rumba. El “niño” Pérez inmenso, a la altura de este Homenaje a los Rumberos, con pregones potentes e inteligentes, al igual que el panameño Ricardo Gaitan, haciendo honor a la salsa setentera, con afinque y sabor.
De este trabajo los temas que me la corren son:
Yambú Matancero: "Bailando mi Yambú, Gozando mi Yambú". Empieza muy típico con unas trompetas brillantes, y con la vocalización de “El niño” Pérez, luego se transforma a un ritmo mas cadencioso, me recuerda el UmiLaye de la Sonora Ponceña, y siguen los pregones potentes de “El niño” Pérez. Y como debe ser en el yambú descarga de cueros de Edwin, acompañados luego por un excelente solo de trompeta, que da entrada a un nuevo coro igual de sabroso y con cadencia. Termina el disco con los tambores en conversación melódica.
Canto Abacuá: “Se oye un repique en el Cielo, ese es Barreto en su cuero”. Disco excelentemente arreglado, composición de Rubén Blades, con una antesala de tambores llamada “Ritmo Abacua” no tan esotérica como la versión de Ray Barreto, pero obligada para el homenaje al tambor que es “Canto Abacuá”; los vientos le dan entrada a la excelente voz de Ricardo Gaitan, con el pregón panameño que lo acerca al timbre de Rubén Blades “A Rubén mi respeto y admiración” pregona Ricardo. Un solo de teclados, luego se descargan los timbales de Edwin Bonilla y después una moña agresiva de trombones y trompeta. Recordemos el Clásico tema de Barreto:
Ella está en otro rumba: “Si los tambores me llaman, yo sigo con mi alegría”. Clásico del Tite Curet que fue inmortalizado por Justo Betancourt por allá terminando los 70s, aquí llevado a un nuevo arreglo, se cambia la entrada del tres por la potencia de los trombones, la voz impecable y potente de Juan "Cheito" Quiñonesque le da un sabor inigualable a este tema, se siente su sabor en los pregones; excelente solo de conga de Edwin Bonilla, y luego solo de trompeta.
Homenaje a los Rumberos: “Te brindo mi inspiración, y saludo a los rumberos de corazón”. Un disco perfecto; llevado de una manera cadenciosa por el brass y por el pregón potente de Jesús “El Niño” Pérez, un Homenaje de altura a todos los Rumberos, arreglos excelentes de los vientos, y antes de la atómica descarga de quinto de Giovanni Hidalgo, mete mano con un solo de cuatro Marcos Linares de Editus … “ah.. ahora tu verá… ah ahora tu va’ ve”.
Un trabajo completo, donde se siente omnipresente el afinque del ritmo, el golpe salsero, el sabor del tambor de Edwin Bonilla. “Perdona si tu tienes otra forma de pensar… pero yo tengo la mia…” y este disco me la corre.
Para mas información visitar www.edwinbonilla.com